Ángel García Pintado (Valladolid, 1940) ha simultaneado el ejercicio del periodismo con la literatura y el teatro. Fue director de la revista satírica Hermano Lobo, redactor jefe de Cuadernos para el Diálogo y jefe de Cultura de la Agencia Efe. Autor de una treintena de piezas dramáticas como El taxidermista y La sangre del tiempo, su obra narrativa está compuesta por cinco novelas, entre ellas Allá va mi cuchillo y El cielo. También ha publicado su primer poemario, titulado Crónica del abismo. Su persistente inquietud por asuntos teóricos del arte y la cultura le llevó a escribir El cadáver del padre, Artes de vanguardia y revolución (1981), una radiografía de las vanguardias que acaba de ser reeditado.
La G98 fue clave para el desarrollo de la literatura del siglo XX, influyó durante todo el siglo. Fue tan importante porque sus miembros fueron escritores modernos, tomaron conciencia no sólo de la modernidad sino también de las lacras de España. Eran escritores muy diversos entre sí, y los principales son Unamuno, Baroja, Azorín, Valle-Inclán y Machado.
Unamuno es crucial en el grupo, destacó como narrador filosófico y metafísico. A sus novelas las llamó nivolas para diferenciarlas, quería decir que se saltaba las preceptivas clásicas. Fue un gran revolucionario en ese sentido.
Baroja dedicó su producción a la novelística en gran parte. Su novela reside en que en la anterior, la del siglo XIX, era circular y él hace una novela con argumento en extensión, es decir, que no acaba, que podría continuar, esa es su gran innovación. Baroja nos enseñó a escribir a todos, Hemingway cuando le dieron el premio Nobel de Literatura vino a Madrid y le entregó el premio a Baroja y le dijo estas palabras: “este premio le corresponde a usted porque yo soy discípulo suyo”.
Azorín es un gran observador del paisaje y de la naturaleza española. Revoluciona la sintaxis, él inventa la manera de redactar el nuevo periodismo utilizando frases cortas, en cambio antes lo que se llevaba eran frases largas. Él consigue crear un ritmo con estas breves oraciones.
Valle-Inclán, para mí el más grande, desde el punto teatral sobre todo, inventa el esperpento. Crea la deformación inspirándose en los espejos de las ferias, en cierto modo inventa el expresionismo español en el teatro. Una obra que se debería poner constantemente es Luces de Bohemia, produce escalofrío por la vigencia que tiene. Es una mirada quevedesca (Quevedo) sobre la realidad. Es un escritor fantástico no solo en los diálogos hirientes y críticos, sino también en las acotaciones, sólo las acotaciones son una novela. Es el gran humorista de la G98.
Dicen que se llaman la G98 debido a la conciencia del malestar de España tras la pérdida de las colonias. Pero en realidad, es porque ya ven las grandes desigualdades que hay en España, la injusticia social que se está produciendo. La mayoría de estos autores son antimonárquicos.
- ¿Y en el periodismo qué influencias tuvo?
El periodismo cambió, era más crítico, y eran frases menos retóricas, aportan un periodismo literario directo. Un gran cronista parlamentario fue Azorín, fue quién realmente entronca el periodismo con la literatura. Como ya he mencionado antes, él inventa un periodismo de frases cortas, lo que denominamos periodismo de agencia.
- Tuvo el privilegio de conocer personalmente a Azorín, ¿Puede hablarme sobre esta experiencia?
Le conocí en su casa de la calle Zorrila, donde él murió. Fui enviado por ABC debido a un Referendum que organizó Franco. Estuvimos desayunando, él tenía mucho miedo, decía “yo amigo de Franco toda la vida” estaba acobardado, después de la guerra se quedó en España, al contrario que muchos intelectuales que se exiliaron al extranjero.
- ¿Qué vínculos existen entre la Generación del 27 y las vanguardias artísticas del siglo XX?
Los grandes maestros de esta generación son Juan Ramón Jimenez y Ramón de la Serna, son los dos grandes inspiradores.
Se llama G27 porque en el año 1927 se celebró el tricentenario de Luis Góngora, poeta del siglo XVII, y estos escritores le hacen un homenaje para oponerse a los garcilasistas, que sería le métrica clásica. Góngora aporta la modernidad, en el sentido en que aporta un mundo icónico, el imaginismo y la metáfora, propio de la modernidad y de los ismos vanguardistas. Llegan corrientes de Europa cuando se está produciendo un gran movimiento en Francia: el Surrealismo de André Bretón. El mayor representante que ha quedado es Lorca porque le asesinaron al principio de la guerra, también están Dámaso Alonso, Alberti, Pedro Salinas.
Estos poetas prescinden de la métrica tradicional, en el mundo se lleva otro tipo de poema sin rima, la rima va por dentro. Lorca tiene dos vertientes: El Romancero Gitano (popular, folclore andaluz) y el Lorca surrealista con Poeta en Nueva York, que revoluciona la poesía española, es una poesía surrealista, hermética y crítica.
Los manifiestos surrealistas de Bretón son del 1924, de ahí que la corriente que más influye en la G27 es el surrealismo.
- ¿Considera que en la actualidad existe una relación tan estrecha entre el periodismo y la literatura?
Puede haberla, a mí, Juan Aparicio, uno de los primeros directores generales de prensa que hubo, me aconsejó que si quería ser escritor no estudiara periodismo, porque no se puede ser periodista y escritor al mismo tiempo, y en cierto modo tenía razón, es muy incompatible. Mi “pobre” obra literaria la he hecho en los momentos en que no trabajaba, cuando estaba en el paro. No se puede compaginar porque el periodismo es muy absorbente, y ahora más, se pueden hacer libros de investigación periodística, pero eso no es literatura. Antiguamente los periódicos hasta publicaban poemas y cuentos, por eso todos estos autores escribían en los periódicos.
- Es en los momentos de crisis cuando surgen los movimientos artísticos más críticos ¿Hay algún autor u obra de ahora mismo que destaque en este sentido?
Creo que ahora hay muchas, me pones en un aprieto, porque estoy releyendo más que leyendo. Por ejemplo, como ya he comentado antes, Luces de Bohemia está muy vigente.
Ahora también hay novelistas muy buenos, no te voy a dar nombres porque hay muchos, no puedo decir que haya uno esencial y porque me pones en un compromiso y te diría el nombre de un amigo.
Ahora también hay novelistas muy buenos, no te voy a dar nombres porque hay muchos, no puedo decir que haya uno esencial y porque me pones en un compromiso y te diría el nombre de un amigo.
Actualmente estamos viviendo una crisis tal de la literatura y la cultura, ten en cuenta que han subido el IVA al 21%, esto está hundiendo a los teatros y la industria del libro. No se acaba de imponer del todo el e-book pero ya está haciendo mucho daño, esto tiene una doble vertiente y es que el autor sufre, hay páginas en Internet en las que te puedes bajar libros gratuitamente.
- ¿Sería capaz de pronosticar, a su juicio, cuál es el futuro próximo del periodismo?
El periodismo impreso se está hundiendo ante los avances de Internet. Quedarán cuatro periódicos impresos, si es que quedan, ahora están resistiendo de mala manera. El periodista tendrá que buscar otros cauces. Cuando superemos la crisis el periodismo volverá, pero será leído en la pantalla y el periodista cobrará, será empleado en la web del medio. Lo que va a cambiar es el soporte de papel a digital, ahora es un momento de transición y es un momento difícil. Yo no compro periódicos y soy periodista. En pocos años la vida ha cambiado mucho.