El autor vasco nos relata la
historia del Doctor Aracil y su hija María, que tras verse indirectamente
involucrados en un atentado anarquista contra los reyes de España en Madrid
deciden huir del país, iniciando un recorrido a lomos de burro y a pie por
España, en dirección a Portugal. Desde Portugal llegarán a Inglaterra, con la
intención de establecerse en Londres.
Cabe recordar que María Aracil es
también la protagonista de La Ciudad de la Niebla, libro que relata la
estancia en la capital británica de la muchacha. Los viajes de Baroja son
determinantes en su obra ya que el autor noventayochista sólo relata lo que ve.
Sus viajes no son sólo piezas del puzzle intrincado de su novela, sino que
también le sirvieron para escribir tres libros de viajes propiamente dichos,
dos dedicados al País Vasco y uno a Italia.
En La Dama Errante el
autor nos hará partícipes de su visión de España y del carácter de los
españoles, muchas veces desde un punto de vista impresionista. La intención del
autor, tal y como anuncia en el prólogo de la obra, no es aportar al panorama
español de las letras una obra de gran calidad literaria o filosófica, una obra
que perdure en el tiempo como un cuadro con pretensiones de museo, sino más
bien escribir ambicionando un tono más psicológico y documental.
Como la mayoría de sus obras, la
que tenemos entre manos nos presenta un mosaico de personajes, fundamentales
para la recreación del ambiente y de la época, con la diferencia de que la
historia que presenta es un hecho real: el atentado contra Alfonso XII del 31
de Mayo de 1906 en Madrid, perpetrado por el anarquista Mateo Morral. El
anarquista frecuentaba el círculo al que Baroja pertenecía, y asistía
ocasionalmente a las tertulias en que el autor participaba. De la conmoción que
causó el hecho en la sociedad española y en el propio Baroja nace esta novela.
Pese a que en la mayoría de sus
obras posteriores a 1914 no usa sus personajes como eje de la acción, aquí
vemos una serie de protagonistas que se suceden sin interrupción, en torno a
los cuales se va a estructurar la obra entre los que destacan los Aracil.
En un primer tiempo apreciamos
una descripción de carácter casi periodístico de los hechos del atentado, introducidos
por una caracterización del Madrid de la época y su ambiente. El ambiente es un
elemento fundamental de la técnica descriptiva del autor, parte de los
conceptos globales, de las ideas generales, nos ofrece una visión de conjunto
de la sociedad para luego centrarse súbitamente en un personaje. Para ello
Baroja utiliza descripciones largas y metódicas para facilitar la inmersión en
la atmósfera.
Va introduciendo nuevos elementos
de su personalidad poco a poco; y al filo de los capítulos vamos viendo una
evolución en cada uno de ellos. En contraste con otros personajes, a través de
los diálogos o de los pensamientos de unos acerca de los otros, como en el caso
de María con su padre, vamos descubriendo nuevas facetas de unas figuras que no
tienen nada de estáticas. Este exceso en la descripción puede gustar o no, pero
es innegable que su capacidad de crear ambientes.
María Aracil es el pilar central
de la obra. Educada en un ambiente peculiar, con ideas propias y que no termina
de encajar en un mundo donde las mujeres dice el escritor son frívolas y sólo
tienen sentido como futuras esposas.
Es un personaje idealizado y que parece
ser el que menos evoluciona. Se nos presenta como una muchacha de carácter
decidido, cándida y graciosa que tiene como regla de conducta ser sincera con
ella misma y con los demás. No es difícil percibir en estos rasgos una proyección
del mismo talante del autor, o al menos de su ideal de mujer. Es un personaje transparente, que
representa el sentido común, la inteligencia y el autor nos la hará ver como la
parte objetiva dentro de la visión del viaje.
El doctor Aracil comienza
presentado como un hombre decidido, pero que se revela como un cobarde ante la
idea de perder su prestigio y popularidad. Su egocentrismo hace que lo
sacrifique todo por aparentar frente a los demás.
No obstante es un personaje
desigual, que evoluciona favorablemente a ojos del lector pero que se nos
presenta como el culpable de los males asumidos por su hija. No obstante, aunque
presente a lo largo de toda la obra no tiene el mismo valor que el de otros
protagonistas.
También encontramos a Iturrioz, un
hombre calvo y arrugado, y que Pío
Baroja nos presenta como primitivo, con la fisonomía clásica vasca. Aunque de
aspecto sospechoso un hombre íntegro, constante y consecuente con sus ideas. Le
caracterizan un humor taciturno y un carácter insociable. Baroja lo pinta como
un entusiasta de la violencia, cínico.
Representa la postura política de
Baroja y también de muchos autores noventayochistas, lo que nos puede llevar a
afirmar que puede ser el alter ego del autor. Hay sin embargo en Iturrioz
ciertas características que lo alejan de Baroja, como su fe en la Iglesia
Católica.
Podemos mencionar también a Nilo
Brull, la encarnación de lo que el autor detestaba de los anarquistas. Con
grandes dotes de teatralidad y argumentación brillante aunque vacía Nilo Brull
pasa por un hombre brillante a ojos del Doctor Aracil, sin embargo María le
aborrece y no duda en demostrarlo. Es un hombre violento, esa indiferencia de
María y llega a tratar de indisponer a su padre contra ella.
La carta de su suicidio podría
considerarse la exposición clara los delirios de grandeza, lo que nos da una
muestra de la opinión que Baroja tiene de los anarquistas. Podemos afirmar que
Baroja desprecia a su personaje al tiempo que siente una admiración contenida
por él. Además, es precisamente este personaje el que le lleva a escribir el
libro.
En definitiva, una obra con la que el autor vasco inicia su trilogía de “La
Raza” y que está salpicada por diversos motivos de tinte ideológico y política.
Es una obra, tal como quería el autor, psicológica, y que consigue recrear una atmósfera
genial gracias a unas descripciones que, pudiendo gustar más o menos por lo
necesarias, permite conocer de primera mano los hechos de un modo muy
documental. El autor vasco representa los tipos que considera más oportunos para ofrecer su visión de la situación española tanto en política, como en terrorismo, sociedad o mujer. Un libro muy completo.